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Elaborar una base de datos con los motes y dichos del pueblo
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Cuando el pasado verano, Julio Montejano me propuso contribuir a la creación de una asociación cultural en nuestro pueblo, no me lo pensé dos veces. Desde hacía tiempo venía dándole vueltas a la manera más apropiada de fomentar alguna actividad que promoviera la cultura en nuestro querido pueblo. En resumen, devolver a Estremera algo de lo mucho que me ha aportado a lo largo de mi vida.
Asumida ya mi colaboración en esta Asociación, otra cosa bien distinta era cómo concretar esa aportación. Tras la oportuna reflexión, me vino a la mente aquella vieja lista de motes y apodos que desde hacía algún tiempo había venido recolectando con la ayuda de mis padres y mis tíos, Jesús y Soledad. Al primero, por no encontrarse ya con nosotros, dedico especialmente esta labor concienzuda, entrañable y no exenta de ciertas controversias.
Pero no he querido detenerme ahí. Pienso que la publicación de una simple lista con apodos, no carente de interés, puede ser enriquecida con ciertas experiencias personales con algunos protagonistas de esta referida lista y por qué no, podría relatar algunas frases célebres, refranes, poesías y expresiones propias de nuestro pueblo que a lo largo de mi vida la han ido configurando y enriqueciendo.
Este proyecto se plasmará algún día con la publicación de un libro-CD donde se recoja todo este "patrimonio cultural" para ponerse al servicio y goce de todos.
Vaya desde aquí mi invitación sincera y generosa a todos los interesados para que se pongan en contacto conmigo, bien personalmente o bien a través del correo electrónico para hacerme llegar todo aquello que consideren de interés a fin enriquecer esta tarea.
antoniojesus.herreros@peugeot.com
Sobre la lista de motes anticipo para evitar herir susceptibilidades, que este que escribe es "zambombo" por parte de padre y "riego" por parte de madre. No se busca con esta recopilación zaherir, menospreciar u ofender a nadie. Si alguien lo entendiera así, vaya por delante el ofrecimiento de mis disculpas, pero pido que se valore también que con este trabajo muchas personas, historias, experiencias volverán a nuestras mentes y conciencias para quizás ya nunca ser olvidadas. Ellos se merecen este noble tributo.
Vaya por ellos y por su memoria. Vaya también por nuestro pueblo, Estremera, que abandoné físicamente a los 14 años para marchar a Madrid a continuar mis estudios, aunque siempre me sentido muy vinculado a él y del que siempre he hablado con orgullo a todos los que me han tratado, pues soy de los que piensan que "tener y ser de pueblo" es contar con un maravilloso tesoro y si no los creéis así, coged a una persona de pueblo y podrá entender e integrarse en la cultura de la capital, por el contrario, si cogéis a una persona de ciudad, raramente podrá entender ciertos usos y costumbres de pueblo.
¿Habéis notado también vosotros la cara de extrañeza que mostraban algunos foráneos, cuando un día de fiesta, haciendo unas chuletas, le decíais al cocinero: " Ten cuidao que las vas a "asomayar"… (Asomayar: ahumar las chuletas sin que se hagan bien). O cuando algún día de otoño, le sugerías a alguien: " Abrígate bien que hace mucha refrialdad" (Refrialdad: dícese del estado climatológico caracterizado por la combinación de frío y de humedad)
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